¿Qué patologías o condiciones pueden afectar la movilidad?

Hay patologías que afectan directamente a la movilidad. Entre estas se incluyen trastornos de los sistemas nerviosos central y periférico (parálisis cerebral, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson y otros), musculoesqueléticos (distrofia muscular, osteoartritis y artritis reumatoide) y neuromusculares.

Si bien el deterioro de la movilidad puede producirse en cualquier persona, quienes padecen enfermedades agudas o crónicas, lesiones traumáticas o dolor crónico corren mayor riesgo.

La movilidad puede verse afectada también por otros como las deformidades congénitas (Ej. Osteocondrodisplasia) y las enfermedades que contribuyen al agotamiento físico, como la insuficiencia cardíaca y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Lesiones ortopédicas como las de cabeza y de la columna pueden disminuir fuertemente la movilidad.

Otro factor que puede afectarla es el dolor crónico derivado de diversos problemas médicos, procedimientos quirúrgicos o lesiones traumáticas.

Los cambios musculoesqueléticos y otros cambios asociados con el envejecimiento (disminución de la densidad ósea, reducción de la masa muscular, pérdida de visión periférica y demencia) hacen a los adultos mayores más propensos a caídas y esto puede provocar severas restricciones a su movilidad.

Afortunadamente existen dispositivos que ayudan a sobrellevar estas situaciones de una mejor manera. Nuestra silla de transferencia de pacientes con movilidad reducida ofrece soluciones para el bienestar y mejor integración de estos pacientes.