Movilidad: un mecanismo bien coordinado

Cuando hablamos de movilidad en las personas se hace referencia al movimiento físico, que incluye los movimientos motores gruesos simples y los movimientos motores finos más complejos. También, la coordinación asociada con éstos. 

Para que una persona pueda movilizarse se requiere suficiente fuerza muscular y energía, pero también la estabilidad esquelética, la función articular y la sincronización neuromuscular adecuadas. 

Cuando algo altera cualquiera de estos factores este proceso perfectamente coordinado se ve afectado y se produce la reducción de la movilidad o la inmovilidad. 

Mantener la salud de nuestro sistema locomotor (el que nos permite movernos) previene algunas patologías que pueden afectar nuestra capacidad de movilizarnos.  Las claves son una adecuada nutrición y el ejercicio físico.

También es una buena contribución tomar sol en dosis adecuadas, ya que ayuda a la formación de los huesos porque activa la pro-vitamina D de nuestra piel, convirtiéndola en vitamina D. Este nutriente es fundamental para la absorción del calcio.

JGO dispone de una silla de transferencia de pacientes con movilidad reducida que ofrece varias soluciones para el bienestar de estas personas.