La tarea de atender a una persona dependiente implica un gran desgaste físico y emocional. Muchos cuidadores, especialmente quienes están a cargo de algún familiar, descuidan de ellos mismos, comprometiendo su salud y bienestar.
En muchos casos, la persona que brinda cuidados comienza a sentirse imprescindible para el paciente y desarrolla un sentimiento de culpa que termina impidiendo que se cuide a sí mismo.
La persona dependiente pasa a primer (y casi único) plano. Pero ¡cuidado! Porque si no nos cuidamos no podemos asistir de manera adecuada a quienes nos necesitan.
Una de las medidas que pueden aliviar el trabajo de los cuidadores es utilizar dispositivos de ayuda para las actividades diarias con el paciente. La silla de transferencia para personas con movilidad reducida de JGO, ofrece varias soluciones para el bienestar de tu paciente y tu propio cuidado.
