Los cuidadores son piezas clave en la vida de una persona con movilidad reducida. Pero, la alta demanda física y emocional de esta tarea suele generar un gran desgaste en quienes la desempeñan.
Es frecuente que puedan sentir impotencia y rabia, abandono y que perciban que otros familiares no se hacen cargo de la situación.
Al sentimiento de soledad se suma la culpa por creer que no están atendiendo adecuadamente a la persona que lo necesita, en especial, si ésta es un familiar.
Se estima que cerca del 90% de los cuidadores presentan alguna afectación en su estado de ánimo a causa de esta tarea. Esto puede traducirse en:
- Cansancio permanente
- Problemas para dormir o mala calidad de sueño
- Mayor irritabilidad
- Dolores en alguna parte del cuerpo
- Aislamiento
- Abandono de aficiones y desinterés por experimentar nuevas situaciones
Prestar atención al bienestar de las personas cuidadoras es fundamental para evitar problemas en su salud y en la atención de quienes reciben sus cuidados.
