En las últimas décadas la obesidad se incrementado notablemente en todo el mundo y se calcula que para los próximos 20 años, su prevalencia aumentará alrededor de un 33% y, en el caso de la obesidad severa, será de un 130%.
Esto trae grandes consecuencias, no solo para las personas afectadas sino para los sistemas de salud de los distintos países.
La obesidad provoca una elevada mortalidad, siendo la segunda causa de muerte evitable, detrás del tabaquismo.
Se estima que la disminución de la esperanza de vida para una persona obesa es de entre 5 y 10 años. Si la obesidad alcanza niveles más graves (mórbida) la persona puede vivir en promedio entre 6,5 a 13,7 años menos que una con peso saludable.
Actualmente, hay más fallecimientos por esta patología que por desnutrición. La OMS la clasifica como epidémica a nivel mundial y calcula que, al menos, 2,8 millones de personas al año pierden la vida a causa de esta enfermedad.
Dada la magnitud y las proyecciones a futuro, es un problema para el cual todos los sistemas de salud y la sociedad están buscando soluciones y hay diversas alternativas de abordaje.
