La familia es la red de apoyo social más importante para los adultos mayores. Pero no se trata sólo de que ellos puedan recibir ayuda de sus familiares para resolver sus necesidades sino también de poder brindarla. Para el adulto mayor es gratificante sentirse útil, reconocido y querido.
Su vida se enriquece compartiendo sus días con otras personas. La mayoría de los estudios que analizaron el tema determinaron que las personas mayores que se sienten necesitadas por sus familias suelen vivir más y con mayor calidad de vida.
Su salud física y psicológica se incrementa cuando tienen lazos familiares fuertes.
La relación de los ancianos con personas jóvenes ayuda a lograr un envejecimiento activo y además enriquece a las nuevas generaciones.
Para ello es fundamental poder integrarlos a la dinámica familiar. Elementos que contribuyan a su traslado (cuando tienen dificultades en su movilidad) son una ayuda fundamental para lograrlo.
