Efectos psicosociales de la inmovilización

La falta de movilidad impacta en todos los sistemas del cuerpo y también produce importantes efectos psicosociales.
Los pacientes inmovilizados experimentan cambios afectivos y en el estado de ánimo. Pueden sentir aburrimiento, ansiedad, luto, enojo y alteración de los patrones de comunicación verbal/no verbal.
La prolongada permanencia en cama puede alterar la imagen corporal del paciente. Esto afecta su autoestima y provoca una sensación de impotencia.
Por todos estos motivos es posible que el paciente evite la interacción social, pero esto aumentará aún más los efectos del aislamiento.
El apoyo psicológico para el afectado y para su familia es fundamental para poder sobrellevar esta situación.