Cuidar a los que cuidan

Cuando hablamos de personas con movilidad reducida, debemos considerar, además de su bienestar, la seguridad y bienestar de sus cuidadores. 
Si cumplimos el rol de cuidadores será bueno recibir apoyo y capacitación por parte de profesionales como médicos, enfermeros, asistentes sociales u otros.
Es necesario que nos preparemos y tomemos algunas medidas para evitar el agotamiento.
El ocuparse de las necesidades de otro puede ser muy demandante. Es por ello que el cuidador debe también ocuparse de sus propias necesidades tanto físicas como emocionales, recreativas, espirituales y financieras.
No recargar la tarea en una sola persona. Siempre será necesario y aconsejable pedir ayuda. 
Existen grupos de apoyo en los que podemos encontrar sostén psicológico o ayudas en el cuidado (atención domiciliaria, cuidado diurno, servicios de viandas, atención sustituta temporaria, etc.)
En muchas ocasiones la persona a la que cuidamos puede ser hostil con nosotros. No tomarlo como algo personal.