Cómo facilitar la movilización de pacientes

Como ya dijimos en otras oportunidades, para movilizar a un paciente con movilidad reducida o nula siempre que sea posible debemos recurrir a ayudas mecánicas.

Pero en el momento de hacer la maniobra otras cuestiones colaborarán con el éxito y seguridad de la misma.

Los pacientes en esta condición suelen desorientarse, por lo cual antes de hacer el movimiento debemos ocuparnos en orientarlos. Pedirle a la persona que mire o girarle la cabeza en la dirección en la que se le va girar o desplazar. Cuando le demos indicaciones usar términos concretos y comunes a ambos. Evitar palabras que, en ese contexto de desorientación, pueden confundir como pedir que se mueva a la derecha o izquierda. Será mejor indicar la dirección de los movimientos con objetos concretos del espacio, como por ejemplo, “Girá hacia la ventana”.

La movilización debe realizarse de manera tal que el paciente se desplace sobre una superficie de apoyo. 

Basar la movilización en el contacto, dar pocas instrucciones. Las indicaciones se dan mediante el contacto de la mano del cuidador con el cuerpo del paciente. 

Moverse simultáneamente y en dirección al desplazamiento. La persona encargada del movimiento deberá mantener la espalda recta para que las cargas que actúan sobre ella lo hagan de manera vertical. De este modo se evitarán contracturas musculares o lesiones en la columna vertebral.