Acciones para reducir las lesiones por presión en paciente inmovilizados

Cuando los pacientes tienen reducida su movilidad un riesgo frecuente e importante es la generación de lesiones por presión. 

Una de las principales medidas para evitar su aparición es realizar cambios posturales frecuentes. 

Estos movimientos evitarán que las zonas corporales con riesgo de que se formen LPP estén durante mucho tiempo en la misma postura.

La frecuencia aproximada para las movilizaciones es de 2 a 3 horas, pero en algunos casos puede ser necesario hacerlas más seguido.

Una alternativa a los continuos cambios de postura es el uso de elementos de protección como  los colchones de presión alterna o colchones antiescaras. Este equipamiento reparte el peso del cuerpo aliviando la presión sobre puntos concretos.

Para evitar las lesiones por presión también será importante que la persona a cargo del cuidado del paciente inmovilizado pueda reconocer de manera temprana los signos que indican la posible aparición de las escaras. Una de ellas es el enrojecimiento de ciertas zonas de la piel. 

Con supervisión constante se puede evitar esta complicación y con la ayuda de los elementos adecuados se aliviana el trabajo del cuidador evitando movilizaciones tan frecuentes.