Prevención de lesiones en la persona que moviliza pacientes


Antes de la movilización del paciente debemos comprobar los medios humanos y mecánicos de los que disponemos. Siempre que se pueda se lo debe hacer con ayuda de otra persona.
Para no dañar la espalda de las personas que movilizan pacientes podemos adoptar algunas medidas:
Evitar la manipulación manual siempre que sea posible. Existen medios de ayuda mecánicos o electrónicos diseñados para este fin. 
Organizar el trabajo para que el personal pueda realizar pausas periódicas, favorecer la rotación de puestos de trabajo, fomentar el trabajo en equipo para que las maniobras más esforzada no se realicen con solo una persona, disponer de tiempo durante la jornada para realizar ejercicios de estiramiento y calentamiento muscular
Contar con un diseño óptimo del lugar. Para ello se deberá distribuir el espacio para evitar obstáculos en el movimiento del personal y del paciente.
Formar a las personas encargadas de la movilización para que realicen los movimientos  siguiendo las técnicas adecuadas.
Utilizar la técnica de movilización apropiada a cada caso y planificarla previamente de acuerdo a las características de la persona a movilizar.
Utilizar ropa que no dificulte los movimientos.